LA LLUVIA
Hace horas que llueve
sólo se siente la música
del agua que cae
en forma de cortina
sin cesar un momento.
No hay luces, ni ruidos
ni nada que perturbe
la paz inmarcesible
la gracia de Dios manso.
Baja en forma de llanto
cuando es grande el dolor,
es fuerte la alegría
o inmensa la emoción.
El Señor hoy ha dicho:
Abriré las compuertas
humedeceré la tierra
impregnaré los campos
de agua pura y dócil.
Que se cosechen mieses
que pasten animales
que la tierra no tenga
nunca más cuadriláteros,
como adobes resecos
por los años pasados.
Que vuelva la alegría
que tornen los rosales
en verdes y colores
que alegren el paisaje.
Que el campesino tenga
agua para sus cercos
pueda llenar su aljibe
dar agua a sus caballos
que briosos lo lleven
hasta sus verdes campos.
Arar terrenos fértiles
sembrar húmedos pliegos
y que, pasado un tiempo,
las vides cosechadas
sean gesto milagroso.
Lucy Soria
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